La poda del Olivo, mejorando nuestro olivar.

Una vez terminada la recogida, y aprovechando el parón vegetativo del árbol, llega el momento de la poda del olivo.

Podemos distinguir entre distintos tipos de poda, nosotros nos centraremos en la poda de producción.

La poda del olivar consiste básicamente en aumentar las producciones de cosecha sin que disminuya la fuerza de nuestros árboles. Así podemos eliminar la vecería, para conseguir buenas cosechas medias todos los años, en lugar de grandes cosechas cada dos años.

En Jaén, la poda que más se utiliza es la poda en cabecera. Esta consiste en dejar un tronco principal, desde el cual salen las ramas secundarias, que cubren la totalidad de la superficie para aumentar el volumen de hoja. con esto se consigue:

  • Mantener equilibrio entre superficie de hojas y raíces.
  • Sustitución de las ramas viejas para por otras más jóvenes, que son las que producen más fruto.
  • Prevenir que el sol le de directamente a los troncos, algo que les produciría quemaduras en los mismos y sería negativo para el árbol.
  • Adaptar el árbol a las nuevas técnicas de cultivo para facilitar la recogida.

Una poda bien realizada conseguirá aumentar la producción y alargar la vida productiva de los olivos, para poder extraer los mejores Aceites de Oliva Virgen Extra.

Para poder aprovechar mejor el rayo de sol, para que le llegue a cuantas más hojas mejor, y así ayudar al árbol a dar más fruto, al árbol se le da una poda irregular, teniendo el aspecto “desaliñado” que tienen nuestros olivares, y aumentando en gran medida la superficie exterior del árbol, donde se dan los mejores frutos.

De los restos de poda, se aprovecha todo. Las ramas se trituran en el campo para abonar y dotar de materia orgánica al suelo del olivar, los troncos se hacen leña para calentar nuestras casas en invierno.